miércoles, 9 de junio de 2010

En el aqui y el ahora



Manten tu luz encendida,
se luz,
llama viva,
que el Amor la avive,
Luz del alma mia,
guiame a traves del sendero del corazon.
No dejes que me pierda
en la fragua del miedo o el desaliento.
Llama viva, recorre cada celula de mi cuerpo
recuerdame quien soy
para siendo, pueda expresarte en el aqui y el ahora.
Ya no mas velos que distorcionen la realidad,
en el aqui y en el ahora, yo soy, tu eres, todos somos....... Amor.

sábado, 5 de junio de 2010

Decálogo para conseguir la felicidad



Decálogo para conseguir la felicidad

de Kwan Yin

1.- Nadie va a darme la felicidad, sólo yo puedo conseguirla. En este primer pensamiento, el ser humano toma la responsabilidad de su vida e inicia una búsqueda y un esfuerzo por encontrar eso que tanto busca.

2.- Yo soy un ser único en toda la tierra, nadie me comprende mejor que yo, y nadie sabe lo que yo necesito mejor que yo. En este segundo principio se dan las bases para eliminar cualquier ofensa que las personas reciban de parte de otras; cualquier comentario que deprima a una persona podrá ser nulificado bajo este principio, ya que la persona reconoce que nadie puede opinar acerca de ella, puesto que nadie la conoce mejor que ella misma.

3.- Lo que recibo ahora es lo que sembré ayer, y lo que siembre ahora será lo que reciba mañana. Este tercer principio permite al ser humano reconocer que los problemas actuales son resultado de acciones incorrectas del pasado, pero que, por lo mismo, el momento presente es el indicado para ir sembrando un futuro.

4.- Ni el pasado ni el futuro pueden lastimarme, sólo el presente tiene valor en mi vida. Entendiendo este cuarto principio, la persona le dará todo el valor que tiene su momento presente y le restará importancia a los hechos pasados que le causan remordimientos, y a los hechos futuros que le causan angustia.

5.- Sólo yo decido lo que debo hacer en este momento. Es decir, el ser humano entiende que las influencias ajenas son tan sólo eso, influencias, y él es el único que puede decidir qué hacer en ese instante.

6.- Sólo en el amor y en la paz interior puedo tomar las decisiones correctas. Es decir, si hemos de actuar en el tiempo presente, tendremos que hacerlo en paz, y con amor, pues de esta manera, las acciones que tomemos estarán inspiradas en nuestra más alta capacidad tanto de servicio como de inteligencia.

7.- En mis decisiones tomaré siempre en cuenta el beneficio de los demás. Es decir, tomaré aquellas decisiones que beneficien a la mayor cantidad de personas; de esta forma, mi vida se estará encaminando hacia la más alta gloria que es la de recibir la compensación por el servicio prestado a los demás.

8.- Mi cara es el reflejo de mi estado interior. Es decir, cuidemos siempre el aspecto de nuestro rostro, adornémoslo siempre con la sonrisa, y que los ojos se encuentren siempre prestos a mandar una mirada de amor, porque de esta forma estaremos reflejando la serena armonía de quien ha aprendido a caminar en el sendero de la felicidad.

9.- Soy un hombre al servicio de la humanidad. Es decir, todo lo que yo haga, todo lo que yo diga, todo lo que yo piense o sienta, servirá para gloria de la humanidad, o bien, para perdición de ella.

10.- Yo tengo una misión en la vida, ser feliz y hacer feliz a los demás. Este último principio da sentido a nuestra existencia, y, a la vez, orienta nuestros esfuerzos hacia el beneficio de toda la humanidad.

Al que busca...


—Seres gloriosos que bajo el firmamento existen:

—Yo soy el que siempre es. Soy el que antes vino como Rama, como Krisna, como
Zoroastro, como Buda y como Cristo.

—Yo soy el que habló por boca de los profetas. Vengo de edad en edad. Cada vez que
en el mundo declina la virtud y domina la injusticia, me hago presente para la salvación
del justo y la destrucción de la maldad.

—Se ha librado “la gran guerra” y las potencias de las tinieblas fueron encadenadas
durante mil años. Al cabo de los cuales se desencadenará, con furia, para tentarlos de
nuevo. Así esta escrito.

—Solo tendrán el verdadero amor para defenderse:

—Devuelvan el bien por el mal, así como el árbol sándalo perfuma el hacha de quien le
ha herido. Soporten a los que injurian así como la Madre Tierra soporta a quienes la
pisotean.

—Como el océano está en la gota y la gota está en el océano; como el árbol está en la
semilla y la semilla está en el árbol, de la misma manera Dios está en el mundo y el
mundo está en Dios.
Quien cava dentro de sí mismo y pasando por los intrincados laberintos del ego llega hasta los recónditos santuarios de su alma, se encontrará asimismo, y sabrá que “Yo” soy “El”.

—Se librará del dolor, del renacimiento y de la muerte, porque supo beber en el
manantial de la inmortalidad.

—Todos los seres son parte inmortal del Cosmos. “El reino de Dios está dentro de
vosotros mismos”.

—Existe otro mundo, inaccesible a los que viven la esclavitud de los sentidos. El
hombre corriente mira el mundo y ve la materia; el ser espiritual mira la materia y ve a Dios.

—No sea que, por ganar la Tierra pierdas el cielo: renunciando a la naturaleza humana
se obtiene la divina. No teman a la muerte que sólo es una parada en el largo camino.

—“Yo” y ustedes siempre hemos existido y jamás dejaremos de ser en el futuro.

—De igual forma que el hombre experimenta el cuerpo del niño, del joven y del viejo,
en esta vida, también vestirá muchos cuerpos y sufrirá en otras formas.

—En verdad les digo que, sin un hombre no nace de nuevo, no puede ver el reino de
Dios. Oh almas: estáis para bajar y para subir el camino de los siete mundos y de los
siete cielos. Dichosos son los que comprenden estas cosas.

—Mas deben hacerlo, así como brillan refulgentes los siete colores del arco iris, y
como resuenan armoniosas las siete notas de la escala musical”.

—Cada Sol es un pensamiento de Dios y cada planeta es un modo de ese
pensamiento. Por tanto estoy confirmando estas cosas para quienes no creen en el
alma, ni en Dios en cualquier forma que lo conciban… YO soy el Universo, el Infinito, el
Sol y las estrellas… ustedes también lo son.

—Para quienes la vida es un breve sueño, y por ello hacen sufrir, esclavizando a otros,
para luego conquistar logros infames. A ellos les hago saber que:

—Todos los seres vuelven a comenzar la idéntica aventura, siendo triturados
despiadadamente por el dolor y la muerte. Los primeros serán los últimos y los últimos
serán los primeros: quienes mueren en la opulencia renacen en la miseria. El rey será
mendigo y el mendigo rey.

—Después de la partida de la vida tanto el rey el peón vuelven a la misma caja.

—Quienes, para vivir tienen que matar, tendrán que vivir, tantas veces como quitaron la
vida, para que los puedan matar.

—Innumerables períodos del mundo se deslizan en miríadas de años: tierras, cielos y
lugares de tortura nacen y desaparecen, así como surgieron. Luego, son barridos por
el viento eterno, sin dejar rastro”.

—Los rayos del espíritu iluminan el camino de la inmortalidad. Busquen la sabiduría
que es la ciencia de lo eterno; su comienzo es el silencio y su vía la silente meditación.
El ruido del mundo sofoca la voz de la naturaleza.

—Quien no aplica la sabiduría es porque no la tiene. El rico no es siempre sabio pero
el sabio siempre es rico.

—No sean cruel con los animales creyéndose, por sus inventos, superior a ellos:
recuerden que el pájaro voló primero que el hombre.
Mas no sean pesimistas. Ante un rosal no se duelan porque las rosas tienen espinas.
Alégrense porque las espinas tienen rosas. Amen el día porque les muestra luz,
quieran la noche porque les muestra estrellas.

—Quien no es caritativo es injusto, y, el solo hecho de no hacer el bien, es ya un gran
mal.

—Cuando vean a alguien morir, piensen que pasarán por la misma experiencia; y, en
esa postrera hora, se alegrará más aquel que hizo algo por el mundo que aquel que lo
quiso para el.

—Se reformará uno a sí mismo y, después, tratará de reformar a los demás. Porque
causa mucho mal dar un buen consejo acompañado de un mal ejemplo.

—Los letrados se ufanan de ser tenidos como tales. Ciertamente en el día del juicio no
se tendrá en cuenta qué leyeron, sino qué hicieron; no qué bien hablaron, sino qué tan
honestamente vivieron.

—Se alegrarán más de haber compartido el bocado que haber comido regaladamente.
Recuerden que, entre más gordo el cuerpo más flaca el alma; porque, a medida que
las carnes aumentan, la sabiduría disminuye.

—Se alegrarán más de haber guardado silencio que de haber conversado mucho.

—Les aprovecharán más las obras buenas que las palabras floridas. Todas las cosas
desaparecen: la personalidad y ego también con ellas.
Breve y vana es la gloria que se recibe de los hombres. ¿De qué les valdrá ser
potentados y aplaudidos por los hombres si tienen deudas con el Infinito? ¿Y qué es un
aplauso sino un ruido que afortunadamente desaparece? Sin embargo los esclavos del elogio se entretienen con eso. No obstante, mientras lleven un cuerpo mortal, sentirán tedio e inquietud en el corazón.

—Los días de este mundo son pocos y pocas sus alegrías cuando se derivan de los
placeres. En cambio se encuentran dolores y angustias allí donde el hombre se ve
manchado con muchos pecados, enredado en muchas pasiones, angustiado de
muchos temores, ocupado en muchos errores, quebrantado con muchos trabajos; las
tentaciones le acosan, los placeres le afeminan, la pobreza le atormenta.

—El mal siempre atrae; la conciencia siempre advierte. En medio de esto estáis
vosotros, quienes deciden. Pueden evolucionar hacia las formas esplendorosas, o
involucionar hasta terribles condiciones de vida. Escojan ahora.

—Si no se hacen fuertes no dominarán los vicios: no existe fuerza en el universo que
pueda ayudarles, que no esté dentro de ustedes mismos.

—Huyan de la tristeza… es el cáncer del alma, y frecuenten la sonrisa: es una fugaz
encarnación divina. Que la fortuna no les eleve tanto que pueda faltarles el aire. Cada
día que pasa es una vida entera en miniatura. ¡Aprovéchenla! —Piensen en los años
pasados y les parecerán segundos.

——No sabe hablar quien no sabe callar, porque la lengua, una vez calentada, se des-
boca. Mientras el sabio calla el ignorante habla; en esta forma el hombre es dueño de
las palabras que calla y esclavo de las que pronuncia.

—La murmuración se parece al humo: desaparece pronto pero ennegrece todo lo que
toca. Cuantos habladores se han perjudicado creyendo que sólo dañan al adversario.
Por lo anterior, presta oídos a todos pero a nadie tu voz.

—Quien busca la felicidad del alma obtiene la misma dicha de los dioses, mas quien
sólo busca placer del cuerpo obtiene la misma sensación de los animales.
Los placeres mundanos son como las matrices de los dolores que están por
venir. De hecho, quien aspira al placer está próximo al dolor.

—Mi padre ha puesto el dolor tan cerca del placer que a veces se llora de alegría. Y
cuantas veces al reír se llora; por ello, ¡que tus vicios mueran antes que tu cuerpo!

—Por tanto, atiende lo que inspiré a los sabios, porque la verdad no se alcanza a base
de experimentos y las canas, solas, no traen sabiduría.

—Quien no aprende a trabajar aprende a pedir; en consecuencia es mejor gastarse trabajando que podrirse vegetando.

—Vanidad es todo lo que no sirve para la eternidad. Por ello es mejor consumir
vanidades en la vida que consumir la vida en vanidades. También es vanidad desear
larga vida y no cuidar que sea buena.

—Todo lo que al mundo agrada es breve sueño y cuantos más seas del mundo menos
conocerás de la necesidad de aparte de él. Nada bueno puede esperarse de un
corazón mundano. Quien tiene muchos vicios tiene muchos amos.

—El cuerpo se conoce en el espejo y el alma en las obras; por eso, lo que sabes no lo
pregonen las palabras sino tus obras. Eres la sal de la Tierra; pero, un huerto si no se
cultiva sólo produce malezas.

—Ama a tu hermano como te he amado y que el Sol no se ponga antes que tu enojo.
Escriban las injurias en la arena y los beneficios los grabarán en el mármol.

—Guarden con celo las anteriores enseñanzas, llevándolas individualmente
encerradas en el corazón. Porque cuando una idea sublime cae en las manos de la
multitud, la degrada y la aplebeya.

—Entre la respiración y la mente existe una gran conexión; y entre la mente y Yo,
media un paso. Por ello, no contaminen el aire que enturbia la mente y borra mi
recuerdo.
Estos fueron los últimos consejos que “El joven”, antiguo y futuro Maestro, ratificó a los
conscientes.

Un abrazo de luz.

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