miércoles, 25 de agosto de 2010

Cuentos con Enseñanza

Es una sección donde iré colocando aquellos cuentos e historias, que me hagan abrir los ojos, sentir la vida, vibrar el corazón y despejar la mente. (Podéis contribuir y poner aquellos que os encontréis y queráis compartirlos)

PARA LA INFELICIDAD

Un místico sufí que había sido feliz toda su vida –nadie le había visto nunca infeliz- siempre se estaba riendo. Era la risa misma, todo su ser era como un perfume de celebración.

Ya anciano, cuando se estaba muriendo, incluso postrado en su lecho de muerte estaba disfrutando de la situación riendo divertidísimo. Un discípulo le dijo:

-nos confundes. Te estás muriendo. ¿por qué te ríes? ¿qué hay de divertido en ello? Nosotros nos sentimos tan tristes… te quisimos preguntar muchas veces por qué nunca estabas triste. Al menos ahora, enfrentado la muerte, deberías estar triste, ¡y aún ahora te estás riendo! ¿cómo te las arreglas?

Y el anciano dijo:

- la clave es simple. Se la pregunté a mi maestro. Fui a mi maestro cuando yo era joven –sólo tenía diecisiete años- y estaba sentado debajo de un árbol riendo sin ninguna razón aparente. No había nadie más, ni había ocurrido nada parecido, y él se estaba riendo agarrándose la tripa. Yo le pregunté: ¿qué te ocurre? ¿estás loco o qué?”.

“Él dijo: “un día también estaba tan triste como tú, y entonces caí en la cuenta de que esa era mi elección, esa era mi vida. Desde ese día, cada mañana, al despertarme, la primera cosa que hago antes de abrir los ojos es decirme a mí mismo: “Abdullah –ése era su nombre- ¿qué quieres?: ¿miseria? ¿dicha? ¿qué vas a elegir hoy?”. Y ocurre que siempre elijo la dicha”.

Se trata de una elección. Inténtalo. Nada más despertarte, cuando te das cuenta de que el sueño te ha dejado, pregúntate: “Abdullah, ¡un día más!, ¿qué quieres? ¿qué es lo que eliges?: ¿sufrimiento o dicha?”.

Y ¿quién eligiría la miseria Y ¿por qué? Es tan antinatural… a menos que uno se sienta dichoso siendo mísero. Y entonces estarías eligiendo igualmente la dicha, no la miseria.
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LA VIDA ES UN REFLEJO DE TÍ

Caminaban en las montañas una niña y su madre. De pronto, la hija se tropieza, cae y se golpea:
" AHhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!".
Para su sorpresa oye una voz repitiendo en algún lugar de la montaña: "Ahhhhhhhhhhhhh!".

Quén está ahí? pregunta la niña asustada!, a lo que vuelve a escuchar: "Quién está ahí?"

Enfadada con la respuesta, la níña grita: "Cobardeee", y recibe de respuesta: "Cobardeee"
La niña mira a su madre y le pregunta: qué suecede, qué pasa aquí, explícame mami por favor!

La madre sonríe y le dice: "Hija mía, presta atención". Entonces la madre grita a la montaña:

"Te admiro",

y la voz responde:

"Te admiro"....luego la madre grita:

"Eres una princesa", y la voz le responde "Eres una princesa"

La niña estaba asombrada, pero no entendía. La madre le explica:

"Hija mía, la gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA. TE DEVUELVE TODO LO QUE DICES O HACES. Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean. Si quieres una sonrisa en el alma, da una sonrisa al alma de los que tú conoces. Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida. La vida te dará de regreso EXACTAMENTE LO QUE TÚ LE HAS DADO. Tu vida no es una coincidencia, es UN REFLEJO DE TI.
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EL MENDIGO Y EL MONJE
De Historias de Luz y Sabiduría
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Un monje meditaba en el desierto, cuando un mendigo se le aproximó:
-Necesito comer.
El monje, que estaba en sintonía casi perfecta con el mundo espiritual, nada respondió.
-Necesito comer- insistió el mendigo.
-Ve a la ciudad a pedir ayuda a cualquier otro. ¿No ves que me molestas? Estoy intentando comunicarme con los ángeles.
-Dios se puso por debajo del hombre, le lavó los pies, dio su vida por él, y nadie lo reconoció- respondió el mendigo-. Aquel que afirma que ama a Dios (al que no ve) y se olvida de su hermano (que tiene ante los ojos) está mintiendo.
Y el mendigo se transformó en un ángel.
-Qué pena. Has estado a punto de conseguirlo- comentó antes de partir.

Historia perteneciente al libro "El Silencio del Hombre - Historias de Luz y Sabiduría"
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